Ligia Kantun dice que, en 40 años de trabajo como enfermera para la sanidad mexicana, nunca vio reaccionar a la gente ante el personal médico como lo está haciendo ahora.
«Yo viví la época de la influenza y vi la del cólera. Jamás había sentido lo que estoy sintiendo ahora, porque la gente está quedando ya psicótica por este virus. Es terrible», cuenta.
Ella es una de esas personas a quien la mayoría llama «héroes» por la labor que realizan en hospitales frente a la pandemia del coronavirus pero que, a la vez, se enfrentan a discriminación o incluso a agresiones de una minoría que los ve como una posible fuente de contagio por su trabajo
